Hace unos días, un joven mexicano de nombre Christian Fernando Cortez Pérez, egresado de baja California dió un discurso magistral que sería la envidia de muchos o casi todos los políticos actuales que son incapaces de discernir la realidad de los delirios de su mente loca.
Hablar de verdad, vida, Dios, biología, familia, salud mental no hizo sino catapultarlo hacia la vida pública en medio de un mar de personas confundidas o "idiotas útiles" como los llamaría algún dictador.
Desde aquí, mi felicitación, reconocimiento y apoyo.