Absurda sana distancia
He ido a muchos sitios durante esta pandemia, no por gusto, sino por necesidad... lámese supermercados, bancos, oficinas gubernamentales, etc.
En todos esos lugares hay que hacer una fila enorme para ingresar porque, en el interior, solo se permite cierto número de personas a fin de respetar lo que se ha llamado sana distancia, pero resulta que afuera de cada lugar, ese –tapón– logra una aglomeración increíble de personas que se encuentran reunidas –por necesidad y contra su voluntad– alentando el riesgo de contagio injustificadamente.
Estas aglomeraciones se generan por dos medidas gubernamentales restricción de horarios y restricción de lugares abiertos.
Sería –en mi opinión– preferible que permanecieran abiertas el mayor número de lugares posibles, durante el mayor tiempo posible, de esta manera, la afluencia de personas se iría dosificando de manera natural, y no habría tumultos como los que se provocan con las medidas –estólidas– actuales que crean cuellos de botella al movimiento de la población.
El problema radica en la ignorancia, o la visión unifocal del asunto Los médicos recomiendan sana distancia, pero no tienen la mas remota idea de como lograrla eficazmente, porque eso es materia de mecánica de flujos, que corresponde estudiar y diseñar a los ingenieros, porque, sabrá usted, cuando las personas nos vemos sometidas a la necesidad de transitar en espacios físicos –ya se que es pleonasmo– nos comportamos como un fluido, desde el punto de vista físico, y como masa desde el sociológico, en esta óptica, los políticos deberían de contar con la asesoría, ya no de u n ingeniero, sino de un estudiante de ingeniería que les advirtiera que, al crear cuellos de botella, las aglomeraciones se intensifican, semejante a como ocurre en un reloj de arena... por el cuello del mismo, tal vez circulen los granos uno por uno, de manera ordenada, pero antes de ingresar, se acumulan y, siendo personas esa a acumulación es todo y cualquier cosa, menos algo parecido a la sana distancia recomendada por los médicos. La solución es, como casi siempre, exactamente la contraria a la tomada por los gobiernos abrir los mas puntos posibles y ampliar los horarios de atención, el efecto sería parecido a comparar como se comporta la arena en un reloj de arena, a como se comporta en un cernidor de un metro de amplitud... es fácil apreciar que, con mas opciones para transitar, el tiempo en que están en contacto las personas es menor, por ende la posibilidad de que se acumule una carga viral de niveles peligrosos, es menor. Claro que estoy pidiendo peras al olmo, razonar no es una tarea relacionada con la política por regla general, los políticos y burócratas en general, no están preocupados por solucionar los problemas, sino que se ocupan en a quien echarle la culpa de los mismos, en ese sentido, tenemos un presidente que se distingue pus tuvo el descaro de manifestar que el COVID19 nos viene como anillo al dedo... Claro, para quien sigue la política de que a río revuelto ganancia de pescadores, una crisis espontánea, le brinda la oportunidad de ampliarla en su propio beneficio, ¿Como explicará AMLO que el COVID19 vino como anillo al dedo a los deudos de mas de 60,000 muertos en la República. Lo cual nos lleva al siguiente punto SI López Gatell no logró evitar el –Escenario catastrófico– que él mismo anticipó... lo lógico sería que se retirase del cargo... Junto con AMLO.
