Carta abierta a George Soros

Señor Soros.

Aunque esta es una carta abierta, publicada en un medio de libre acceso en Internet, dudo que Usted alguna vez vaya a leerla, principalmente porque no creo que sepa español, y adicionalmente porque dudo que lo publicado en México, le interese o llegue a donde quiera que Usted se encuentre.

Dicho lo anterior, procedo:

Nació Usted en agosto de 1930, lo cual indica que a la fecha de esta publicación su edad es casi de 93 años.

Siendo Usted húngaro/norteamericano, podrá interesarle saber que la esperanza de vida de los hombres, en esos países es, respectivamente 74 y 74.5 años. Como resultado, podemos concluir que, estadísticamente Usted ya rebasó con 19 años su esperanza de vida. Es tiempo de pensar en su futuro. Sí, en su futuro, porque sea que Usted lo crea o no, hay un futuro para Usted, y para todos después de la muerte.

Por supuesto que usted que durante toda su vida se ha dedicado a esparcir la perversión y el relativismo y el ateísmo, le resultará imposible creer en conceptos de bien, mal, juicio y vida eterna; pero puedo decirle sin ambages, que mientras hay vida hay esperanza y, como el apócrifo nombre de San Dimas, –el apócrifo es solo el nombre– puede Usted, incluso en el último momento arrepentirse de todo el mal que ha esparcido o a ayudado a esparcir.

Lo invito a hacerlo y a proveer los medios para resarcir el daño causado.