Recuerdo hace muchos lustros, cuando los padres educaban a sus hijos, ocurría a veces que al intervenir en una reyerta, el reprendido solía excusarse diciendo “ él empezó”a lo que casi se manera automática el otro respondía, no es cierto, “el empezó”. Esto nunca funcionaba y ambos terminaban corregidos.
¿Por qué traigo a colación esa anécdota?
Pues sencillamente porque es infantil, ya infantil como el alegato de China que, al ser sorprendida con las manos en la masa operando globos supuestamente espías sobre EEUU, simplemente respondió “Ellos empezaron”
¿Recuerdan cuando pensábamos que los adultos conducían el mundo?