Vivimos una época retrógrada, cuando se necesita productividad, inventiva, estructuras ligeras y eficientes, la generación de los Hippies se niega a abandonar sus utopías fracasadas, prohibir es lo único que se les ocurre a aquellos que viven solo de propagar sus trasnochadas ideologías, que se pongan mejor a producir, que arriesguen, que desarrollen, que renuncien a sus cargos públicos, eso deben hacer por el bien nacional.