Vamos a hablar en contra del culto moderno a la ecología.
No se malinterprete; respetar el medio ambiente u usar racionalmente los recursos naturales es un deber y una necesidad; pero ir en contra de principios naturales esenciales en nombre de lo que se dice defender, es, por decirlo educadamente, una estupidez.
Todos los seres vivientes estamos constituidos en mayor parte de carbono, la vida se sustenta en el carbono "C" y el agua H2O, que tienen sus respectivos ciclos.
El Bióxido de carbono pasa de la tierra a las plantas, de ahí hacia los animales y estos lo expelen mediante la respiración a la atmósfera de donde es tomado nuevamente por las plantas para conformar sus tejidos.
El bióxido de carbono, por lo tanto, es un gas que forma parte del ciclo vital del planeta –no confundir con el monóxido de carbono–
La idea recientemente publicada por los países bajos de REDUCIR el numero da cabezas de ganado para apoyar al "culto" del cambio climático es, por lo menos, estólida.
Pero es típica de gobiernos totalitarios, –prohibir, controlar y regular es su premisa–
¿hay mucho Co2? Reforestemos. Es un proceso natural.
Pero los cultores del culto no quieren eso, desean controlar la "huella de carbono" incluso de la emitida por cada persona... que al respirar por supuesto que lo emite, o sea que nadie se escapa al control totalitario y, quien no sobrepase los límites establecidos por los organismos centrales del culto... simplemente deberá pagar impuestos por hacerlo, es decir, literalmente pagar por respirar.
