¿Y si muere el peje?
El peje dejará el cargo de presidente constitucional el 1 de octubre de 2024, pero planea perpetuarse en el poder. No lo logrará.
Desde que Lázaro Cárdenas acabó con el maximato del asesino Plutarco Elías Calles, en 1934, en México existía la regla no escrita de que el presidente saliente guardaba silencio e incluso cedía el atril presidencial al nuevo presidente electo, lo cual aseguraba una transición suave.
¿Tuvimos los mejores gobiernos con ese sistema? No, ciertamente tuvimos páginas oscuras, como las de Echeverría y López Portillo, pero antes tuvimos también el Desarrollo Estabilizador y, en general, nuestro país iba avanzando, lleno de problemas y plagas, pero en paz.
Pero ahora tenemos como titular del poder ejecutivo a un individuo, a quien llamaré el peje, con minúsculas porque no merece más, que se caracteriza por su mediocridad, ignorancia y resentimiento, (lo calificaría de criminal si tuviera pruebas; pero eso corresponde el gobierno de EEUU)
Este nefasto individuo lejos de acatar la regla de una suave transición hacia su propia Presidente Electa la ningunea y trata como su mascota. En su ansia de asirse al poder tras la silla presidencial el peje está tratando de hacer el mayor daño posible a México en el poco tiempo que le queda como presidente constitucional, desea destruir al Poder Judicial de la Federación apoyado en el latrocinio del voto popular y al ilegal mayoritéo del poder legislativo, mismo que logró mediante amenazas, chantajes y saboteo al INE y al TEPJF pero, y esta es una especulación jurídica… ¿que pasaría si el peje amanece muerto, de una taque cardiaco antes del 1 de octubre, como se dice que murió otro delincuente, ahora encumbrado: Juárez?
El artículo 83 de la constitución dice que el Secretario de Gobernación asumirá el cargo mientras el Congreso nombra presidente interino o sustituto… lo cual deberá ocurrir en un término no mayor a 60 días…
Pero ya no quedan ni sesenta días, ni treinta
Sin duda asumiría el cargo Luisa María Alcalde Luján, secretaria de Gobernación (lo cual le aboyaría la corona a Claudia de ser la primera presidente de México).
Pero ya no habría tiempo de nombrar presidente sustituto ¿le entregaría Luisa María el cargo a Claudia o el Congreso se empeñaría en nombrar sustittuto?
Y no me digan que al Congreso actual eso de no tener tiempo le importa, pues aprueban reformas —traiciones— a la constitución incluso en la madrugada, si es preciso.
Un tópico interesante sin duda.