UNA INQUIETUD.
Cuando recién entré a esta página y comencé a producir mis respuestas, había una o dos personas que aprovechaban la misma para ofrecer sus servicios profesionales a cambio de una remuneración económica, hasta hubo quién pedía una cantidad por tan sólo expresar su opinión.
Eso me pareció algo contrario a la intención de la página, ya que se vé con claridad que los creadores de la misma no tenían más ánimo que el de proporcionar un servicio jurídico gratuito al público en general.
Pues de no haber sido así, la página tendría una sección que podría haberse llamado como de bolsa de trabajo o algo similar. O simplemente tendría un costo en dinero su acceso. Pero no es así.
Afortunadamente, con el tiempo, ese tipo de conductas desaparecieron ante la evidencia manifiesta que los abogados aquí participantes respondían las consultas tan sólo por el placer de servir a los demás.
Y en el caso de consultas de otros abogados, por la inquietud de compartir la investigación jurídica, y el algunos casos, como el mío, por la necesidad imprescindible de aprender algo más en el campo del conocimiento que me ha proporcionado satisfacción intelectual y bienestar material.
Pues en el tiempo que llevo aquí he aprendido mucho, gracias a todos Ustedes.
Pronto me dí cuenta que la mayoría de abogados y abogadas que aquí participan compartían conmigo lo que ahora expreso, principalmente el Licenciado Aguayo, el Licenciado Martell y la Licenciada Bueso Arce.
Tal vez por ello desaparecieron ese tipo de ofrecimientos oportunistas de personas que entran a la página con ánimo de conseguir clientes, desconociendo la verdadera intención de la misma.
De aquél entonces hasta ahora, he recibido unos doscientos mensajes en mi correo, de consultas, agradecimientos, opiniones, etc., de muchas partes de la república, y de personas de Perú, Chile, Venezuela y España.
Los asiduos visitantes de esta página no me dejarán mentir, pues recordarán que hasta hubo una diputada chilena que hizo una consulta, y que luego me escribió unas dos veces a mi correo.
De entre esos mensajes, y provenientes del público en general, algunos me preguntaron por mi número de cuenta bancaria para depositarme alguna cantidad de dinero tan sólo por mi respuesta pública aquí.
También hubo algunos abogados que me solicitaron lo mismo en mi correo por igual circunstancia.
A todo mundo he dicho en forma pública y en el correo electrónico, que respondo por el puro placer de servir.
Si es que en algo mi opinión puede serles de utilidad.
Lo digo aquí, públicamente, por si alguién tuviera qué decir algo en contrario.
También en mi correo, he recibido algunas manifestaciones recientes, de que hay personas que se dícen abogados que solicitan dinero por responder sus consultas.
Eso no me parece justo, porque como he manifestado, los abogados serios que aquí participamos como los indicados y otros, estamos muy conscientes de que nuestra intervención es sólo una labor social.
Poreso escribo este apartado, sobre todo por las personas del público en general que se les solicita dinero a cambio de la consulta o con la promesa de llevarles un juicio.
Hemos visto que en los últimos días ha vuelto a aparecer una de esas personas, que desde luego no ha tenido la preocupación de leer las consultas anteriores o de explorar la organización de la página.
Misma que, además, salta a la vista que no cuenta con los conocimientos y la experiencia necesarios para proporcinar ningún servicio de los que ofrece.
Me he atrevido a escribir lo anterior, por lo dicho, y también porque a esa persona se refieren los correos que he indicado.
Pasando a otra cosa menos desagradable y aprovechando la ocasión,
muchas personas me han escrito preguntándome que de dónde soy, que de qué facultad soy egresado, que si doy clases en alguna universidad, que si muchas personas laboran en mi despacho, que qué edad tengo, que si soy casado, etc. etc.
A todos les he respondido en su momento, aunque nó con la oportunidad que hubiera deseado.
Es más, hoy que ví mi correo, me dí cuenta que una persona me había escrito, y que por el título de su mensaje decía pestes de mí, y no conforme con ello, hasta me había enviado un virus en su archivo anexo.
Afortunadamente el servidor de correoweb es muy eficiente, y para cuando lo ví, ya había sido eliminado el virus junto con dicho archivo, se me notificó tal circunstancia, y se me dijo que el emisor del mensaje también ya había sido notificado. Por lo que la persona que lo envió sabe a quién me estoy refiriéndo.
También he recibido mensajes de personas que dícen: "yo, como muchas otras personas queremos agradecerle...", ó "yo, como muchas otras personas qusiéramos saber...".
Los participantes constantes de esta página ya conocen mucho de su servidor, porque lo he manifestado muchas veces, incluyendo la mención recalcitrante de mi acendrado chouvinismo.
Sin olvidar aquélla mención de algunos consultates que en forma medio irónica manifestaron acerca de un abogado "comprometido con su profesión y la sociedad..." a propósito de algunas consultas de divorcio, que sin duda recordarán.
A grandes rasgos, vuelvo a mencionar para todas aquéllas personas "que no preguntaron", y que dícen, que se quedaron con las ganas de hacerlo:
Que me llamo como se sabe, que soy originario de la ciudad de Guanajuato, Gto., y que actualmente vivo en la ciudad de Celaya, Gto.
Que soy egresado de la facultad de derecho de la Universidad de Guanajuato. Que tengo 42 años de edad, y como 20 de práctica profesional. Soy casado y padre de tres hemosos hijos varones.
El "despacho" es una asociación entre un contador muy inteligente de Celaya, con muchos conocimientos fiscales y con basta experiencia dentro de Hacienda a nivel de mando superior, mismo que conocí hace unos 17 años, en la época en que yó también trabajaba en Hacienda.
Nuestra asociación deviene de hace unos cinco años, y la mayoría de nuestros clientes son considerados por Hacienda como Grandes Contribuyentes a nivel nacional. Por ello no llevamos asuntos que no sean estrictamente fiscales, con la única excepción, en otras materias, de familiares y amigos cercanos.
Es por esa razón que no he podido aceptar los casos que me han propuesto algunas personas en mi correo sobre asuntos civiles, mercantiles, penales, etc.
Por ello, sólo me limito a responder consultas aquí, de la mejor manera que me es posible, eso sí, con todas las ganas del mundo, y con todas las ganas de seguir aprendiendo.
Nadie lo sabe todo, y menos yó, pues me he equivocado y a la vista de todo mundo, lo verdaderamente importante es saberlo reconocer y superar la ignorancia jurídica a través de la pasión por aprender.
Ruego a todos disculpen la apología del narcisismo, en la parte que me toca. Pero también era tiempo de responder en forma más completa a las preguntas que han quedado más o menos inconclusas en los mensajes a mi correo, ante la imposibilidad material de explicar ello en cada respuesta específica.
Por otra parte, desde hace algún tiempo he tenido la inquietud de proponerles una idéa consistente en crear entre todos, otra página que abarque mayores aspectos que en la que actualmente intervenimos, sin desaparecer de ésta, por supuesto.
Como crear un apartado en esa nueva página, que podríamos llamar "entre abogados", con la intención de comentar nuestras dudas técnicas, pues hemos visto que a la par de las consultas del público en general, también se han suscitado las consultas de nuestros colegas sobre problemas específicos, y aún sobre juicios concretos.
A veces, los que responden no pueden expresarse en un leguaje técnico, ni explorar posibilidades jurídicas, porque estamos concientes que personas que no son abogados leerán tales respuestas, y por lo tanto debemos hacer lo más simple posible los términos y el tratamiento del problema concreto.
Otra veces, nos damos cuenta que quién consulta es un estudiante de derecho, y por lo mismo, debemos simplificar la respuesta acorde a su nivel de progreso en sus estudios.
Alguna que otra vez, vemos que hay personas que consultan temas muy teóricos, algunos de ellos que bien podrían ser para especialistas, y que no contestamos no porque no sepamos la respuesta, sino porque nos parece que éste no es el lugar para plantearlos, ya que se supone que es para contestar preguntas del público en general.
Como en el caso de la consulta del Tribunal de Casación de París.
Yo sé que muchas personas que aquí participan conocen la respuesta, pero no la han dado, porque piensan que no es el lugar para hacerlo.
Ya que no es algo que a la mayoría de los abogados interese.
Ese es un tema que a mí me gusta mucho, y que tiene mucha relación con el contecioso-administrativo, tanto que el maestro Cortina Gutiérrez, magistrado de la Sala Superior del ahora Tribunal de Justicia Fiscal y Administrativa expuso en 1990, en una publicación oficial de dicha Sala, y a propósito de las reformas de 1989, y en que en forma técnico-sentimental dijo: "El contencioso administrativo nació a orillas del Sena, y nó a orillas del Potomac".
Desde luego, el análisis del maestro no se limitaba al estudio del contecioso-administrativo en el Tribunal de Casación de París, sino a todos sus ámbitos de competencia, y hasta su organización por Salas y jurisdicción, tanto por materia como por territorio.
Conservo, a disposición de todos el libro correspondiente.
Es sólo un ejemplo de lo que quiero decir con esa proposición.
En unos días, los enfadaré con una proposición más concreta. Me gustaría saber que todos tuvieran la intención de participar entusiastamente, con proposiciones y secciones concretas.
Que fuera un esfuerzo de todos, por crear algo original y que fuera útil para todo mundo. Hasta, con el tiempo, podríamos hacer un congreso en dónde reunirnos, ¿nó?.
¿Ustedes, qué opinan?.